Iñigo Iraurgi: Ironman de Venecia

Iñigo Iraurgi: Ironman de Venecia

Si la semana pasada publicábamos las impresiones de Elena Asenjo sobre su participación en el Ironman de Niza, esta vez es Iñigo Iraurgi quien hace lo propio para contarnos su experiencia en el Ironman de Venecia que se disputó en junio.

Porqué un triathlon distancia ironman y porqué Venecia.
Porque la distancia Ironman me obliga a hacer una planificación de entrenamientos a largo plazo que me encanta al estar siempre pendiente de ese horizonte y además encuentro muchos momentos de satisfacción durante los entrenamientos tanto en compañía como en soledad. Y porqué Venecia, porque de esta manera combino deporte y turismo familiar.

La prueba
En cuanto a la prueba en si, como en los anteriores triathlones que he hecho en esta distancia empiezo los días anteriores con los nervios propios pre-carrera, teniendo dudas de si habré entrenado lo suficiente, de si estaré bien hidratado, de si me aguantará la rodilla después de un año lesionado, del posible calor el día de la prueba etc….

Con todo lo anterior llega el día X, empiezo con un buen desayuno a las 4,00 h, entro en boxes para ultimar preparativos del material y a las 6,30 al agua. La entrada al agua es espectacular, desde donde nos deja el autobús tienes que aproximarte andando a la salida entre los canales de Venecia y es precioso. La natación sale de una punta de la ciudad histórica de Venecia hacia el exterior. 3800 metros en línea recta, a mi me resultó bastante aburrido, y con un agua bastante sucia y en algunas partes asquerosa. Pero esto es así, una vez de empezar, piano piano y hasta ver la rampa de salida.

Hago la transición sin prisa y contento por haber salido del agua sin problemas. El recorrido de la bici es hacia el interior, por una zona agrícola y totalmente llano. Después de unos 25 km iniciales dimos tres vueltas a un recorrido 42 km y vuelta a boxes. Al ser todo llano, no dejas de dar pedales en ningún momento y al final no sabía ni que postura tomar para que no me duela el culo, pero no es nada fuera de lo previsto porque siempre estoy muy justo de km en bici. En todo el recorrido solo utilicé dos piñones y sin quitar el plato. Finalmente llegan los 180 km, he tardado algo más de lo que tenía pensado, pero he llegado y a por el marathón.

Empiezo con ganas por haberme olvidado de la bici y al mismo tiempo empiezo con mucha precaución por la alta temperatura (34 grados). El recorrido de la carrera a pié es en un gran parque, también a las afueras del Venecia que conocemos y se dan 4 vueltas. En todo el recorrido no hay ni una sombra. Cojo un ritmo llevadero y a contar kms estando muy atento a la hidratación. En la segunda parte tengo un pequeño bajón por lo que empiezo a combinar unos minutos corriendo y otros andando hasta el final. Por fin llega el momento de pasar meta y todo es satisfacción lo mires por donde lo mires. Pienso “una más”, ahora a pensar en la siguiente. Esto me gusta.

Después de llegar a meta, premio inesperado y difícilmente entendible en estas pruebas: para recoger la bici tenemos que desplazarnos unos 2 km andando. Sobran los adjetivos.

Para terminar, lo que es la prueba en sí para mí no es recomendable. El atractivo que es Venecia solo lo ves en la salida, el resto de la prueba es totalmente ajena a la ciudad, con muy poco ambiente de triathlon y una participación baja (no creo que llegó a 600 participantes). Sin embargo estuvimos de turismo en Venecia hasta el Miércoles y la verdad es que es una ciudad que si puedes no puedes dejar de visitarla. Impresionante. Merece la pena.


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